Diferencias en los tipos de gasóleo A, B y C

Diferencias en los tipos de gasóleo A, B y C

En el mercado español, disponemos de tres tipos de gasóleo, que se diferencian por sus características físicas y tipo de impuestos que se les aplica.  Se denominan Gasoil A, B y C.

El gasoil tipo A es el que se utiliza para la automoción y embarcaciones de recreo. De los tres tipos de gasoil, es el más adaptado para los vehículos, debido al refinado especializado que se le realiza. Los aditivos que se aportan a este tipo de gasoil, ayudan al óptimo funcionamiento del motor del vehículo, ajustándose a los parámetros mínimos de contaminación.

Este gasoil también es el que tiene el tipo impositivo más elevado, lo que hace que sea más caro que el resto. Para diferenciarlo se utiliza un colorante amarillo claro.

El gasoil tipo B es el que se utiliza para la maquinaria agrícola, motores fijos, embarcaciones de pesca y pasajeros, y vehículos autorizados.

Este tiene unas características parecidas al gasoil A pero, al tener menos carga fiscal, están prohibidos otros usos que no sean los suyos específicos. Para distinguirlo lleva un colorante rojo.

El gasoil tipo C está diseñado para las calderas de calefacción, tanto en el ámbito doméstico como en el profesional, o para equipos de producción de calor.

A diferencia de otros tipos de gasoil, este tiene un nivel más elevado de parafinas y una mayor densidad, lo que lo hace ideal como gasoil de calefacción, ya que estas parafinas son las que le dan un gran poder calorífico. De los tres tipos de gasoil es el más económico, ya que su tributación es inferior.

Cada tipo de gasoil tiene un uso concreto, por lo que esta prohibido utilizarlo para otro uso que no sea el suyo concreto. En caso de inspección, si se está utilizando un gasoil que no es el específico para aquella actividad, las sanciones pueden ser muy elevadas, ya que el fraude es contra la Agencia Tributaria.

Gasóleos Capela recomienda el uso de combustibles Repsol, para conseguir un optimo rendimiento de motores y calderas.

Consejos para ahorrar carburante

Consejos para ahorrar carburante

Desplazarte en coche hasta el lugar elegido para pasar tus vacaciones de verano supone, en muchos de los casos, recorrer un buen número de kilómetros. Según el RACE, una conducción eficiente puede ayudarnos a obtener un ahorro medio de combustible de hasta un 15%, con la consiguiente disminución de las emisiones de CO2.

Hoy te traemos 9 consejos para ahorrar carburante. Si aún no te has ido de vacaciones, pero estás a punto de hacerlo, presta atención a los que vamos a contarte. Solo con modificar algunos hábitos, conseguirás desplazarte de forma más segura y eficiente y reducir el número de paradas para repostar.

  1. Elige la ruta más adecuada. Antes de salir de viaje es conveniente planificar la ruta con antelación. De esta forma, llegarás a tu destino por el camino más adecuado y de forma más segura. Evitarás cualquier imprevisto que alargue el viaje más tiempo del debido.
  2. Ten el coche a punto. El vehículo debe estar en perfectas condiciones. Llévalo a tu taller de confianza para que le hagan una revisión rutinaria y utiliza los productos más adecuados, que alargan la vida de tu motor manteniéndolo más limpio. Ahorrarás en combustible y emitirás menos CO2.
  3. No cargues el coche en exceso. Sabemos que es difícil, pero intenta llevar el equipaje justo. Sobrecargar el coche aumenta el consumo de carburante y puede poner en peligro tu seguridad si la carga no va bien distribuida.
  4. No pises el acelerador al arrancar. Los coches actuales están preparados para que no tengas que acelerar en el momento en el que pones el motor en marcha. Gracias a los últimos lubricantes, una vez que el motor esté encendido, si el coche es de gasolina, puedes empezar a moverte; y si es diésel, tendrás que esperar unos segundos para que el motor se caliente.
  5. Cambia a marchas largas. Una vez iniciada la marcha evita aceleraciones bruscas para no revolucionar el motor. Utiliza marchas largas, sobre todo al subir una pendiente, con el pedal pisado a fondo, y haz los cambios lo más rápido posible para evitar perder velocidad.
  6. Mantén una velocidad constante. Si la carretera por la que circulas te lo permite, procura circular a la misma velocidad, evitando aceleraciones innecesarias y frenazos bruscos. Una velocidad constante reduce el consumo, sobre todo cuando pasas de los 100 kilómetros.
  7. Cierra las ventanillas. Cuando circules por carretera es mejor que cierres las ventanillas y pongas el aire acondicionado, ya que se puede modificar la aerodinámica del vehículo y frenarlo. Esto provoca un aumento del consumo de energía mayor que el del climatizador.
  8. Apaga el motor en paradas largas. Si te encuentras con alguna retención importante que te obligue a parar el coche unos cuantos minutos es mejor apagar el motor para que consuma menos combustible.
  9. Revisa los neumáticos. Las ruedas deben tener siempre la presión adecuada. Cámbialas cuando hayan superado el límite de desgaste, presenten daños o hayan envejecido. Para viajar por carretera aconsejamos ruedas que mantengan bien la velocidad, ofrezcan un elevado nivel de adherencia, consigan la mínima distancia de frenado en mojado y garanticen un buen confort de marcha en cuanto a vibraciones y ruido.

Sigue nuestros consejos y apuesta por el ahorro de combustible. Utiliza productos de calidad, que no ensucien tu motor y lo mantengan en perfectas condicones, como los carburantes Repsol.